"¡ Mamá, tengo que ir a esta fiesta! ¡Todos estarán allí! "
Escuché esta frase incontables veces este verano. Mi hija de 15 años parecía estar al borde de las lágrimas al pensar en perderse otra fiesta en casa de una amiga a la que, por cierto, apenas conocía. Cuando le pregunté por qué era tan importante, su respuesta me hizo pensar: «Porque mañana todo el mundo hablará de ello en redes sociales, y yo seré la única que no sepa de qué están hablando».
Bienvenidos al mundo del FOMO (miedo a perderse algo ), o miedo a perderse algo. Un fenómeno que, a medida que se acerca el año escolar 2025, probablemente se intensificará entre nuestros adolescentes tras unas vacaciones en las que las redes sociales estuvieron a pleno rendimiento.
Resumen
- ¿Qué es FOMO y por qué afecta especialmente a los adolescentes?
- Señales de FOMO en tu adolescente
- Los impactos del FOMO en la salud mental y la educación
- Estrategias para ayudar a tu hijo adolescente a superar el FOMO
- Preparándose para el regreso a clases: Plan de acción contra el FOMO
- Conclusión: Más allá del FOMO, cultive el JOMO
¿Qué es FOMO y por qué afecta especialmente a los adolescentes?
Definición y mecanismos
El FOMO se define como una forma de ansiedad social que se caracteriza por el miedo a perderse una oportunidad de interacción social, una nueva experiencia o cualquier otro evento gratificante. En pocas palabras: el miedo a perderse algo importante mientras estás fuera.
Este concepto, introducido oficialmente en el Diccionario Oxford en 2013, se ha convertido en un tema de estudio importante en psicología. Según un estudio publicado en el Journal of Social and Clinical Psychology , el FOMO está directamente relacionado con la disminución del bienestar, el aumento de la ansiedad y la alteración del sueño.
Pero ¿por qué son particularmente vulnerables los adolescentes? La respuesta reside en su desarrollo neurológico y social.
El cerebro adolescente: una tormenta perfecta
Durante la adolescencia, el cerebro experimenta una reestructuración importante. La Dra. Frances Jensen, neuróloga y autora de "El cerebro adolescente", explica en su investigación que la corteza prefrontal, responsable de la toma de decisiones y el control de los impulsos, aún no está completamente desarrollada. En cambio, los circuitos de recompensa son hiperactivos.
Esta combinación crea lo que yo llamo "la tormenta perfecta": adolescentes hipersensibles a la validación social pero menos equipados para resistir los impulsos o evaluar las consecuencias a largo plazo.
Amplificación a través de las redes sociales

Si bien el FOMO siempre ha existido (¡recuerda tu adolescencia!), las redes sociales lo han amplificado considerablemente. Un estudio de la Universidad de Glasgow ( https://academic.oup.com/jamia/article/27/2/254/5706939 ) descubrió que el uso nocturno de las redes sociales se asociaba con una menor calidad del sueño, un aumento de la ansiedad y la depresión en adolescentes.
Como explica Sophie, de 16 años, a quien entrevisté para este artículo: « Antes, podías perderte una fiesta y enterarte el lunes en el colegio. Ahora lo ves en directo en Instagram. Ves literalmente lo que te pierdes, minuto a minuto».
Esta exposición constante a las actividades de otros crea un ciclo de ansiedad que es difícil de romper, especialmente a medida que se acerca el inicio del año escolar, cuando las cuestiones sociales se perciben como aún más importantes.
Señales de FOMO en tu adolescente

¿Cómo saber si tu hijo adolescente sufre de FOMO? Estas son las señales de alerta a las que debes prestar atención, especialmente al final de las fiestas:
Señales de comportamiento
- Revisión compulsiva del teléfono : ¿Su hijo adolescente revisa su teléfono cada pocos minutos, incluso durante las comidas o las conversaciones?
- Ansiedad visible al estar desconectado : ¿Se pone irritable o ansioso cuando la batería está baja o el Wi-Fi no está disponible?
- Dificultad para disfrutar el momento presente : ¿Parece siempre preocupado por lo que sucede en otros lugares, incluso durante actividades que normalmente disfruta?
- Necesidad constante de compartir experiencias : ¿Pasa más tiempo documentando una actividad para las redes sociales que experimentándola realmente?
Señales emocionales
- Sentimientos de insuficiencia : ¿A menudo expresa que su vida es “aburrida” en comparación con la vida de los demás?
- Celos sociales : ¿Hace comparaciones frecuentes con las experiencias de sus amigos?
- Estado de ánimo fluctuante : ¿Su estado de ánimo cambia drásticamente después de revisar las redes sociales?
- Ansiedad por el regreso a clases : A medida que se acerca septiembre, ¿expresa una preocupación excesiva por su lugar en los grupos sociales?
Observé estas señales en mi hijo el año pasado. Tras un verano relativamente desconectado en nuestra casa de campo, su ansiedad se disparó dos semanas antes de que empezaran las clases. Se pasaba horas mirando las historias de Instagram de sus compañeros, convencido de que había "fracasado todo el verano" y de que su lugar en el grupo de iguales estaba en peligro.
Los impactos del FOMO en la salud mental y la educación
Consecuencias psicológicas
El FOMO no es solo una molestia pasajera. Sus efectos pueden ser profundos y duraderos:
Ansiedad crónica:
Un estudio de la Universidad de Pensilvania (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0887618525000738 ) encontró un vínculo directo entre el uso intensivo de las redes sociales, el FOMO y el aumento de los síntomas de ansiedad.
Depresión :
La sensación constante de no vivir una vida tan emocionante como la de otros puede llevar al autodesprecio y, en última instancia, a síntomas depresivos.
Trastornos del sueño:
El miedo a perderse algo lleva a muchos adolescentes a permanecer conectados a Internet hasta altas horas de la noche, alterando gravemente su ciclo de sueño.
Estas cuestiones son especialmente preocupantes a medida que se acerca el inicio del año escolar, como se destaca en nuestro artículo sobre [las consecuencias de la ultraconectividad]( https://thephone.fr/blogs/ados-et-numerique/les-consequences-de-l-ultra-connexion ), donde exploramos en detalle el impacto de la hiperconectividad en la salud mental de los adolescentes.
Impacto en el rendimiento académico

El FOMO no solo afecta el bienestar emocional; también puede tener un impacto significativo en el rendimiento académico:
- Dificultad para concentrarse: con su mente preocupada por lo que sucede en línea, el adolescente tiene dificultades para concentrarse en sus estudios.
- Procrastinación: Revisar constantemente las redes sociales se convierte en una forma de evadir las tareas escolares.
- Fatiga crónica: La falta de sueño vinculada al uso de pantallas durante la noche afecta directamente las capacidades cognitivas.
Una investigación publicada en Educational Psychology Review mostró que los estudiantes con FOMO severo obtuvieron calificaciones en promedio un 20% más bajas que aquellos con FOMO leve o nulo .
Estas dificultades de concentración también son un tema que exploramos en nuestro reciente artículo [Deberes y teléfonos inteligentes: cómo ayudar a su hijo adolescente a concentrarse en la era de las distracciones digitales]( https://thephone.fr/blogs/ados-et-numerique/devoirs-smartphones-concentration-ados ), que ofrece soluciones prácticas para el comienzo del año escolar.
Estrategias para ayudar a tu hijo adolescente a superar el FOMO
Ante este fenómeno, los padres no están indefensos. Aquí les presentamos algunas estrategias concretas para ayudar a su hijo adolescente a desarrollar una relación más saludable con las redes sociales antes de que se reanuden las clases.
1. Diálogo abierto sin juzgar
El primer paso es crear un espacio seguro para la conversación. Evita frases como: "¡En mi época, vivíamos sin teléfono y estábamos bien!". Esto solo sirve para ampliar la brecha generacional.
En lugar de eso, prueba con un enfoque empático: "He notado que a veces pareces estresado después de revisar Instagram. ¿Cómo te sientes con lo que ves en línea?"
2. Fomentar la atención plena digital
Ayude a su adolescente a desarrollar una conciencia crítica sobre su uso de las redes sociales:
- Registro de uso : Sugiérale que escriba durante una semana cuándo usa las redes sociales y cómo se siente antes y después.
- Análisis de desencadenantes : identificar juntos qué cuentas o tipos de contenido generan más ansiedad o comparación negativa.
- Practica una desconexión gradual : comienza con períodos cortos sin teléfono (durante las comidas, por ejemplo) y aumenta gradualmente.
Este enfoque de atención plena encaja perfectamente en nuestro [programa de desintoxicación digital de 21 días] ( https://thephone.fr/blogs/ados-et-numerique/digital-detox-programme-de-21-jours-pour-reduire-votre-dependance-au-smartphone ), que ofrece un marco estructurado para recuperar el control de su uso digital.
3. Reimaginar las redes sociales
En lugar de prohibir las redes sociales por completo (un enfoque que a menudo es contraproducente), ayude a su hijo adolescente a usarlas de manera diferente:
- Curación activa : Anímalos a revisar las cuentas que siguen. ¿Siguen a personas que les hacen sentir bien o mal?
- Uso creativo vs. uso pasivo : [Las investigaciones muestran]( https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0747563217305010 ) que el uso pasivo de las redes sociales (desplazarse sin interactuar) está más fuertemente asociado con el FOMO que el uso creativo o interactivo.
- Time Lapse : Sugiera tomar fotografías durante una actividad, pero publicarlas más tarde, para permanecer presente en el momento.
4. Crea alternativas atractivas
El FOMO prospera en el vacío. Ayuda a tu hijo adolescente a llenar su vida de experiencias significativas que no dependan de la validación en línea:
- Actividades desconectadas : fomente deportes, artes o pasatiempos que brinden una sensación intrínseca de logro.
- Conexiones reales : facilita el encuentro en persona con amigos que comparten intereses similares.
- Proyectos de regreso a clases : ofrezca actividades especiales para marcar el final del verano y crear recuerdos positivos que no necesitan ser "instagrameables" para ser atesorados.
Testimonio: Cómo Léa superó su FOMO antes de volver a la escuela
Léa, de 16 años, sufrió terriblemente de FOMO el año pasado. Su madre, Isabelle, dice:
Léa pasaba horas mirando las historias de Instagram de sus amigos. A menudo lloraba al ver fotos de salidas a las que no la habían invitado. A medida que se acercaba el inicio del curso escolar, su ansiedad se volvió incontrolable; estaba convencida de que todos los grupos de amigos se habían reorganizado sin ella durante el verano.
Al principio intentamos limitar su tiempo frente a la pantalla, pero eso creó conflicto. Lo que realmente funcionó fue cuando empezamos a hablar abiertamente sobre el FOMO. Se dio cuenta de que no era la única que se sentía así.
Juntos, implementamos una "desintoxicación digital nocturna": no más llamadas después de las 9 p. m. Al principio fue difícil, pero empezó a dormir mejor. También organizamos algunas reuniones en persona con sus amigos cercanos antes de que empezaran las clases.
¿El cambio más sorprendente? Decidió por su cuenta revisar las cuentas que seguía y eliminar las que la hacían sentir mal. Me dijo: «Me di cuenta de que seguía a gente que ni siquiera me cae bien en la vida real, solo para ver qué hacían».
El comienzo del curso escolar finalmente fue bien. Estaba más descansada y menos ansiosa. Sigue usando las redes sociales, pero de forma diferente: más para conectar con sus verdaderos amigos que para estar al tanto de lo que hacen los demás.
Esta historia ilustra perfectamente cómo un enfoque equilibrado, que combina el diálogo abierto y los ajustes prácticos, puede ayudar a un adolescente a desarrollar una relación más saludable con las redes sociales.
Preparándose para el regreso a clases: un plan de acción contra el FOMO
A pocas semanas del inicio del año escolar 2025, le presentamos un plan de acción concreto para ayudar a su hijo adolescente a afrontar este período con más serenidad:
Semana -2 antes del inicio del año escolar
- Revisión de verano : Hable con su hijo adolescente sobre los aspectos más destacados del verano, centrándose en las experiencias en lugar de en lo que se “perdió”.
- Desintoxicación gradual : comience a reducir gradualmente el tiempo frente a la pantalla, especialmente por la noche.
- Reconexión social real : Organice una o dos reuniones con amigos cercanos para disipar la ansiedad acerca de los grupos sociales.
Semana -1 antes del inicio del año escolar
- Rutina de sueño : restablezca gradualmente horarios regulares para acostarse sin pantallas.
- Preparación positiva : Concéntrese en los aspectos positivos de volver a la escuela (ver a ciertos amigos, actividades interesantes, etc.).
- Plan de Gestión Digital : Juntos, establecer un plan para un uso equilibrado de las redes sociales durante el año escolar.
Esta preparación progresiva puede marcar la diferencia, como explicamos en nuestro artículo sobre [preparar el inicio del año escolar sin estrés] ( https://thephone.fr/blogs/ados-et-numerique/vacances-dete-sereines-pourquoi-thephone-est-le-compagnon-ideal-de-votre-enfant-en-colonie-ou-chez-les-grands-parents ), que aborda en particular la transición entre el ritmo de las vacaciones y el del colegio.
Conclusión: Más allá del FOMO, cultive el JOMO
El FOMO no es inevitable. Hay un antídoto: JOMO , o " Joy of Missing Out " (la alegría de perderse algo): la alegría de perderse algo, de elegir conscientemente no estar en todas partes y de disfrutar plenamente de lo que se vive.
A medida que nos acercamos al inicio del año escolar 2025, ayudemos a nuestros adolescentes a comprender que:
- Las redes sociales muestran una versión filtrada y selectiva de la realidad
- Su valor no depende de su presencia en cada evento social
- La calidad de las experiencias importa más que su cantidad
- Estar completamente presente en un momento es mejor que estar parcialmente presente en todas partes.
Como padre de adolescentes, he aprendido que nuestro papel no es demonizar la tecnología, sino ayudar a nuestros hijos a desarrollar una relación sana y reflexiva con sus herramientas digitales. Esto requiere conversaciones abiertas, curiosidad sobre sus usos y una confianza gradual en su capacidad para tomar decisiones inteligentes. Nuestra misión, en definitiva, no es imponer reglas estrictas ni supervisar cada movimiento, sino darles las claves para navegar por este mundo conectado sin perderse y preservar lo esencial: su bienestar, su autoestima y su capacidad de disfrutar plenamente de cada momento de la realidad.
Deseamos a cada uno de nuestros adolescentes un regreso al cole tranquilo, rico de descubrimientos... y marcado por auténticos momentos de presencia, lejos del espejo deformante de las pantallas.

Los empleos del mañana: por qué las habilidades humanas serán más valiosas que nunca
Tareas y teléfonos inteligentes: cómo ayudar a su hijo adolescente a concentrarse en la era de las distracciones digitales