Hace poco vi a mi sobrino de 15 años intentando hacer su tarea de verano. En su escritorio: un libro de matemáticas, un cuaderno de ejercicios... y su smartphone, que vibraba cada 30 segundos. En una hora, lo miró 23 veces (sí, lo conté). ¿El resultado? Un ejercicio de matemáticas que debería haberle llevado 15 minutos, le llevó 45.
¿Te suena familiar esta escena? No estás solo. Con el inicio del curso escolar 2025-2026 a la vuelta de la esquina, y mientras nuestros adolescentes deben completar sus tareas de verano o prepararse para volver a la escuela, la concentración ante las distracciones digitales se vuelve crucial.
Resumen:
- ¿Por qué nuestros adolescentes ya no pueden concentrarse?
- Señales de advertencia: ¿Su hijo adolescente está “demasiado distraído”?
- Soluciones prácticas para la vuelta al cole
-
A medida que se acerca el regreso a clases: prepare un plan de acción personalizado
¿Por qué nuestros adolescentes ya no pueden concentrarse?
El cerebro adolescente y las notificaciones

El cerebro adolescente es particularmente vulnerable a las distracciones. La corteza prefrontal en desarrollo, responsable de la atención y el control de los impulsos, aún no está completamente madura. Si a eso le sumamos un teléfono inteligente que emite sonidos y vibraciones constantemente, tenemos la receta perfecta para la distracción.
Según un estudio publicado en el Journal of Behavioral Addictions ( https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/20445911.2023.2195031), la mera presencia de un teléfono inteligente cerca reduce significativamente la capacidad cognitiva disponible, incluso cuando el dispositivo está apagado. Los investigadores descubrieron que los participantes cuyos teléfonos estaban en otra habitación obtuvieron mejores resultados en pruebas cognitivas que aquellos cuyos teléfonos estaban en su escritorio o en el bolsillo.
Marie Dubois, neuropsicóloga especializada en desarrollo adolescente, explica: « Cada notificación desencadena una liberación de dopamina, creando un circuito de recompensa similar al que se activa con la comida o ciertas sustancias adictivas. El adolescente se vuelve literalmente adicto a consultar su teléfono».
Este fenómeno también se detalla en nuestro artículo sobre [las consecuencias de la ultraconexión] ( https://thephone.fr/blogs/ados-et-numerique/les-consequences-de-l-ultra-connexion ).
La ilusión de la multitarea

« Estudio mejor con el teléfono; ¡puedo consultar información al mismo tiempo! ». ¿Cuántas veces has oído esta frase? Por desgracia, es un mito persistente.
El Dr. Jean-Philippe Lachaux, director de investigación del INSERM y autor de "Les petites bulles de l'attention", afirma en su obra: https://www.inserm.fr/actualite/secrets-cerveau-pour-rester-concentre/ que el cerebro humano no realiza varias tareas a la vez. Cambia rápidamente de una tarea a otra, lo que conlleva una pérdida de eficiencia y energía mental.
Las personas que creen ser buenas en la multitarea son, en realidad, las peores en multitarea. Cada vez que un adolescente interrumpe sus tareas para revisar un mensaje, su cerebro tarda entre 15 y 25 minutos en recuperar la concentración óptima.
Estos resultados se hacen eco de nuestro [estudio exclusivo sobre el impacto de los teléfonos sin Internet en la concentración de los estudiantes de secundaria]( https://thephone.fr/blogs/ados-et-numerique/etude-exclusive-impact-des-telephones-sans-internet-sur-la-concentration-des-collegiens ), que reveló una mejora significativa en las capacidades de atención entre los estudiantes que usan teléfonos sin acceso a Internet.
Señales de advertencia: ¿Su hijo adolescente está “demasiado distraído”?
Antes de regresar a la escuela, tómate el tiempo para observar si tu adolescente muestra estos signos de hiperdistracción:
- No puede estudiar durante más de 10 minutos sin revisar su teléfono.
- Sus sesiones de deberes se prolongan sin obtener resultados concretos.
- Parece ansioso cuando su teléfono no está a su alcance.
- Sus notas han bajado mientras que el tiempo que dedica a "estudiar" sigue siendo significativo.
- Afirma poder estudiar eficientemente mientras intercambia mensajes.
Viví esta situación con mi hija el año pasado. Dedicaba tres horas a sus tareas cada noche, pero sus resultados no eran los adecuados. En realidad, esas tres horas se veían fragmentadas por cientos de interrupciones digitales.
Soluciones prácticas para la vuelta al cole
1. Crea un ambiente de estudio adecuado

El entorno físico juega un papel clave en nuestra capacidad de concentración. Aquí te explicamos cómo optimizarlo antes del inicio del curso escolar:
El espacio de trabajo ideal:
- Un área dedicada exclusivamente al estudio (¡no a la cama!)
- Buena luz, preferiblemente natural.
- Temperatura confortable (19-21°C)
- Ruido de fondo mínimo o ruido blanco si es necesario
- Elemento importante: una caja o cajón para colocar el smartphone
Según la [Academia Francesa de Ciencias]( https://www.academie-sciences.fr/pdf/rapport/avis0113.pdf ), la mera presencia visual de un teléfono inteligente es suficiente para disminuir las capacidades cognitivas. Por lo tanto, es mejor mantenerlo completamente fuera de la vista.
2. Establecer un “contrato digital” antes de que se reanuden las clases
En lugar de imponer reglas arbitrarias, involucra a tu hijo adolescente en la creación de un contrato digital familiar. Este es el momento perfecto, justo antes del inicio del curso escolar, para establecer nuevos hábitos.
Nuestro contrato familiar incluye estos elementos que podrás adaptar:
- Franjas horarias sin teléfono (por ejemplo, de 5 a 7 p. m. para hacer la tarea)
- Lugar para “guardar” el teléfono durante las tareas (una caja en la entrada)
- Sistema de descansos programados (15 minutos de trabajo = 3 minutos de tiempo de teléfono)
- Consecuencias por incumplimiento y recompensas por alcanzar objetivos
Thomas, padre de dos adolescentes y lector de nuestro blog, testifica: «Al principio, mis hijos protestaron contra este contrato. Pero después de tres semanas, ellos mismos admitieron que estaban trabajando de forma más eficiente. ¿Lo más sorprendente? ¡Ganó tiempo libre!»
3. Desarrollar habilidades de atención a largo plazo
Más allá de las técnicas rápidas, es fundamental ayudar a los adolescentes a desarrollar con el tiempo lo que algunos llaman sus "músculos de la atención". Esto va mucho más allá de simplemente poder concentrarse en una tarea: se trata de establecer hábitos que gradualmente hagan que la atención sea más estable, incluso en un entorno lleno de distracciones.
Meditación de atención plena
Detenerse unos minutos cada día para prestar atención a la respiración, las sensaciones o el flujo de pensamientos no es solo una moda pasajera. Desde la adolescencia, esta práctica, conocida como "mindfulness", muestra efectos concretos: menos estrés, más serenidad y, sobre todo, una nueva capacidad para concentrarse en la tarea. Diversos estudios, realizados en Ginebra y San Diego en particular, revelan que estos ejercicios regulares, incluso los breves, agudizan la concentración y fortalecen la memoria de trabajo. Los adolescentes afirman sentirse más tranquilos antes de los exámenes, menos abrumados por el miedo a los exámenes y, sobre todo, capaces de retomar sus tareas más rápidamente después de una distracción.
La atención plena también es beneficiosa para los jóvenes: https://pulsations.hug.ch/article/la-pleine-conscience-benefique-aussi-pour-les-jeunes#gsc.tab=0
Básicamente, practicar cinco minutos de meditación no es un milagro: es como fortalecer tu atención, día tras día, tan simplemente como entrenas para un deporte.
Actividad física regular
Caminar, correr, montar en bicicleta, nadar... Un poco de ejercicio físico, incluso moderado, no solo beneficia al cuerpo. Varios estudios demuestran que moverse también nutre el cerebro. Durante el entrenamiento, aumenta el flujo sanguíneo, mejora la oxigenación de las neuronas y el cerebro produce proteínas clave para la memoria. El efecto es visible rápidamente: después de una actividad cardiovascular, aumenta la capacidad de concentración, y esta mayor alerta persiste hasta dos horas después del esfuerzo.
El deporte también potencia la flexibilidad mental y la capacidad de organizarse… Como si el cerebro recién entrenado fuera mejor gestionando prioridades y consolidando recuerdos. Por no hablar de su impacto en el estrés y la confianza en uno mismo.
La actividad física fortalece tu cerebro: https://pourunefranceenforme.fr/bien-dans-son-corps-bien-dans-sa-tete-lactivite-physique-booste-votre-cerveau/
Leyendo en papel
En un mundo saturado de pantallas, leer un libro físico ofrece un desafío y una recompensa únicos para la atención: ya no se trata solo de asimilar información, sino también de retenerla y comprenderla en profundidad. Estudios recientes demuestran que leer en papel activa ciertas áreas del cerebro relacionadas con la concentración y la memorización: el contacto con el papel, el seguimiento de las páginas, la ausencia de notificaciones, todo ello ayuda a fijar la información.
En una pantalla, por otro lado, el cerebro tiende a hojear, a pasar rápidamente de un párrafo a otro sin una verdadera inmersión. Leer en papel ofrece a la mente un espacio libre de distracciones, algo así como un gimnasio dedicado a la atención, donde cada página pasada fortalece la capacidad de mantener la concentración.
Cultivar la atención plena, la actividad física y la lectura en papel constituyen, por lo tanto, una auténtica caja de herramientas para entrenar la atención de los adolescentes a lo largo del tiempo. Cada una de estas prácticas es accesible, fácil de implementar y puede transformar gradualmente la relación que los jóvenes —y sus familias— tienen con el mundo hiperconectado actual.
Concentración: ¡más fácil en papel que en tableta!: https://www.alternativesante.fr/cerveau/concentration-plus-facile-sur-le-texte-papier-plutot-que-sur-tablette
Testimonio: Cómo transformamos los resultados académicos de Lucas
Lucas, de 14 años, dedicó cuatro horas diarias a sus tareas el año pasado, con resultados mediocres. Su madre, Sandrine, dice:
Lucas se distraía constantemente con su teléfono. Implementamos un sistema sencillo: durante la tarea, su teléfono se queda en la cocina, en una caja. Solo puede consultarlo durante los descansos programados de 5 minutos cada 30 minutos de trabajo.
Al principio fue difícil. Miraba la hora cada dos minutos, se ponía inquieto, buscaba excusas para ir a la cocina... Pero después de dos semanas, notamos un cambio. Terminaba sus tareas en la mitad de tiempo y su promedio general pasó de 11 a 14.5 en un trimestre.
¿Lo más sorprendente? Nos dijo que se sentía menos estresado. Como si estar constantemente conectado le generara una ansiedad que ni siquiera percibía.
A medida que se acerca el nuevo año escolar: prepare un plan de acción personalizado
El inicio del curso escolar 2025 se acerca rápidamente. Es el momento perfecto para establecer nuevos hábitos. Aquí tienes un plan de acción de 5 pasos que puedes adaptar a la situación de tu familia:
Semana -2 antes del inicio del año escolar :
Hable abiertamente con su hijo adolescente sobre sus dificultades de concentración. Evite un tono acusatorio y preséntelo como un problema que deben resolver juntos.
Semana -1 :
Creen un "contrato digital" juntos y diseñen el espacio de trabajo ideal. Prueben diferentes aplicaciones de gestión del tiempo.
Día D (regreso) :
Establezca una rutina después de la escuela que incluya tiempo de descompresión (sin pantallas), una merienda y luego la tarea en el entorno optimizado.
Semana +1 :
Haz un balance con tu hijo adolescente. ¿Qué funciona? ¿Qué necesita ajustarse? Sé flexible.
Mes +1 :
Celebra el progreso, incluso el más pequeño. El reconocimiento positivo refuerza los buenos hábitos.
Conclusión: más allá de la simple restricción
Durante mucho tiempo, pensé que la solución era simplemente confiscarles los teléfonos a mis hijos durante la hora de hacer las tareas. Pero me he dado cuenta de que este enfoque no les ayuda a desarrollar autodisciplina.
El objetivo no es demonizar la tecnología, sino enseñar a nuestros adolescentes a dominarla en lugar de dejarse dominar por ella. Esta habilidad les será útil mucho más allá de la escuela, en un mundo profesional donde las distracciones digitales son omnipresentes.
Como me dijo una vez mi hija después de adoptar estos métodos: "Es raro, pero siento que tengo más tiempo ahora que paso menos tiempo en mi teléfono".
Al regresar a clases en 2025, demos a nuestros adolescentes las herramientas necesarias para recuperar el control de su atención. Este podría ser el regalo más valioso que podamos ofrecerles para su éxito futuro.

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