Hiperconexión, una amenaza invisible

Mira a tu alrededor. En transporte público. En la acera de enfrente. En el restaurante. ¿A cuántas personas, especialmente niños, ves con la nariz pegada a sus teléfonos? Es hora de moderar su consumo, de reconectarlos con lo más preciado: la vida, la vida real.

Nuestra misión es más grande que solo un teléfono

En la era digital, todos, pero especialmente los niños, nos enfrentamos a una multitud de oportunidades, pero también a desafíos sin precedentes.

Adicción a las pantallas, trastornos de atención y sueño, deterioro de la salud mental o incluso exposición a contenidos inapropiados.

Ya no se trata de hablar del problema sino de proponer una solución para la salud infantil.

La mejor solución está en el problema.

Lo que proponemos es simple. El teléfono. Sólo un teléfono. Una respuesta concreta a la necesidad de hablar entre nosotros.

Un objeto tótem de esta causa de la que todos somos pioneros, la de ser/vivir mejor para los niños.

Un producto sencillo que marca su apego a los valores reales. Porque todo el mundo tiene derecho a no estar siempre conectado.

Simplicidad y eficiencia

Más que un simple teléfono,
The Phone es un escudo contra la adicción digital.

La historia de The Phone es la de una familia

Quien transformó su compromiso personal en un proyecto con misión social.

Maïlys y Viktor, los dos primeros socios, son madre e hijo. Ellos imaginaron el proyecto The Phone antes de que se les uniera Marius, el tercer socio y amigo de la familia. Se sumó a la aventura un mes después de su génesis.

Juntos, los tres cofundadores comparten una misión común: proteger la salud de los niños y, en general, la de todas las generaciones del aumento de los abusos digitales, ofreciendo teléfonos reorientados hacia funcionalidades de comunicación esenciales.

Los valores de El Teléfono

Vivir mejor para nuestros hijos

Permitir que los niños aumenten sus oportunidades de desarrollo y aumenten su nivel de vida.

Derecho a no estar conectado

Recuperar esta libertad que nos fue robada y recuperar esta intimidad que se ha hecho pública. Ante la presión social casi todos hemos cedido, ahora es el momento de liberarnos de ella.

De vuelta a la realidad

Después de la adicción a lo virtual y todas sus consecuencias en la salud mental, volvamos a lo esencial, a lo real.

Ordene el teléfono